El día que mataron a Tinelli

Sinopsis y parte del prólogo del libro "El día que mataron a Tinelli":
"Pex Frito no es un moralista. Tampoco llama, tras encendido panfleto, a una revolución científica y perfecta. Lo suyo es la construcción de una rigurosa poética del develamiento, del delirio y de la belleza. Porque hay belleza en el universo que levanta con maestría, piedra sobre piedra, palabra sobre palabra. Algo más, la esencia de su trabajo: que la risa llegue a nuestra boca, como lectores de sus textos, como espectadores cómplices de su teatro. Si hay risa, es que hubo humor. Y donde brilló el humor queda la tragedia. La tragedia de nuestras vidas, de nuestra época, de nuestra sociedad. En un gigantesco espejo nos vemos desnudos, deformes, hasta groseros… Podemos indignarnos, a veces llorar, finalmente quedarnos con la carcajada. Es la carcajada de la muerte, pero no de la muerte que se arropa en la muerte, sino que nos desafía a volver a la vida. Y si ya está destruida, nos alienta para volver a construirla.”