Dos náufragos esperan en una isla que los vayan a buscar en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Con ese único elemento, la obra de Pex Frito Después del naufragio construye un mundo en el que la experiencia de las relaciones humanas está en constante análisis. Claro, ese mundo irá mostrando poco a poco las diversas caras que tiene. Como por ejemplo que los intérpretes, Alfredo Armoa e Ignacio Eizmendi, son sordos y se expresan a través de sonidos. Para el espectador no avisado es una revelación, ya que la obra no hace abuso de ese recurso.
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